Nació el 13 de marzo de 1889, sus padres fueron Don José María Camacho y Doña María Refugio Cafuentes, su abuelo materno Don Francisco Cafuentes, había emigrado de la jurisdicción de Zapotlan el grande quien venía a ocuparse de los menesteres administrativos de la hacienda de El Limón Nuevo o Almolón a mediados de los 60, con su esposa Doña Serapia Gutiérrez había procreado, este ultimo sacerdote.
Los viejos archivos dan cuenta de que siempre ocupó cargos relevantes al servicio de los limonenses.
Don Rodrigo fue nombrado desde 1908 maestro y director de la escuela parroquial, obra que realizó a favor de la niñez limonense y de la cultura de nuestro pueblo. En 1913 El Limón deja de pertenecer al municipio de Autlán para pasar a la jurisdicción de El Grullo Don Rodrigo es elegido Presidente Municipal. Durante su gestión se consolidó El Grullo como municipio y se gestionó la separación de los terrenos de la hacienda que habían sido asignados para la función de la parroquia.
En 1921 es candidato por el distrito 13 de Tlaquepaque para ocupar una silla en el palacio legislativo.
Formó parte de la comisión revisora de credenciales, puesto de gran importancia para la acreditación de funcionarios electos. En diciembre de 1922 ocupó el puesto de secretario.
En la siguiente legislatura fue candidato a diputado del distrito 19 que era el de Autlán y el 1928 obtiene la candidatura por el distrito 17 de Ciudad Guzmán par la diputación federal, cargo que ocupó desde el 1 de septiembre de 1928 al 31 de agosto de 1930, ocupó el cardo de Presidente del Colegio Electoral, cargo que equivalía a presidente del Congreso. Aprobó la Ley Orgánica Del Poder Judicial, tenían que ver con la organización del ejército e impulsó un organismo denominado DIRECCIÓN GENERAL DEL MAIZ.
Lo hicieron merecedor a ocupar de cargo de primer presidente estatal del Partido Nacional Revolucionario después sería el Partido Revolucionario Institucional, instituto político que serviría para terminar con los cacicazgos militares y regionales. Sus últimos días los pasó viajando de Cihuatlán a Guadalajara, en autobús, un día mientras hacia la ruta de Cihuatlán a la capital al pasar por Tecolotlán se durmió para nunca despertar.